La verdad sobre Circus Charlie

En una muestra más de que no sólo los actores transitan un pedregoso camino cuando las luces del estrellato miran para otro lado, Y! Revelation, el popular programa que desentraña la vida de las estrellas caídas en desgracia, presenta “¿Qué fue de la vida de los personajes de Circus Charlie?”. Antes de desandar este breve documental que pretende regodearse con los pesares ajenos, queremos aclarar que no nos mueva ninguna apetencia comercial ni hacemos lo que hacemos para competir con The E! True Hollywood Story, pese a que nuestra idea de sobrevolar los estudios en un helicóptero al grito de “¡E se la come!” fue un paso en falso del que nos arrepentimos sinceramente. Vayamos a lo que nos ocupa, pues. Circus Charlie fue un popular videojuego protagonizado por un payaso llamado, obviamente, Charlie (¡y sí, no se iba a llamar Plin Plin el desgraciado!), que debía atravesar seis niveles de distinta complejidad. La idea pegó y los fanáticos alrededor del mundo se multiplicaron por doquier, allá por los ochenta. Pero hete aquí que con la proliferación de juegos en primera persona y el avance de tecnología que incrementaba el realismo de decapitaciones, muertes, patadas y fatalities, tanto Charlie como los personajes quedaron relegados a emuladores como el Mame. Pero ¿qué ocurrió con los seres vivos en los que se inspiraron los creativos de Konami?

Los monos fueron vendidos al zoológico de Jorge Cutini; se cree que fueron ellos los autores intelectuales del desmembramiento que sufrió un niño a manos de un oso hambriento. El caballito, ya entrado en años, encontró trabajo tirando de una carreta que recoge cartones y toda clase de porquerías en el conurbano bonaerense. Los trapecistas hicieron un cásting para incorporarse a la trouppe estable de De la Guarda, pero no tuvieron suerte. Apesadumbrados, ahora hacen malabares en las esquinas de los semáforos… ¡y hasta te limpian los parabrisas! Distinta fue la suerte que corrió el león. Volvió a la selva africana y ahora se dedica a perseguir a escuálidos y famélicos negritos apestados. Los payasos que acompañaban a Charlie fueron vendidos como esclavos. Charlie, el personaje principal del juego, adelgazó, se hizo actor porno y vive de las regalías que le deja su One Hit Wonder “Pongan una red debajo, ¡manga de hijos de p...!”.